Otra vez a dieta

 

Otra vez a dieta

Vamos a hacer un análisis rápido de por qué no nos funcionan las dietas. Hay unas cuantas variables a tener en cuenta.

En principio nuestra cultura en alimentación, va a definir que comamos con mayor o menor calidad. Dependiendo del país o zona en la que vivimos y los recursos con los que contamos.

Hoy en día con toda la información y rapidez del transporte tenemos un acceso a una gran variedad de alimentos que pueden reforzar nuestra calidad en alimentación o en contraposición esta ventaja nos trae alimentos procesados, precocinados y manipulados, lo cual podemos traducir por:  No sé que he comido en realidad, pero que rico.  Aditivos, colorantes, conservantes y azucares consiguen que comamos todo sin rechistar y sin seleccionar. No debemos comer por el atractivo de la publicidad, envases coloridos y el exotismo de otras culturas. Controla esto por favor.

Un elemento difícil de esquivar en alimentación es el azúcar que ingerimos en cada producto. Para los que queráis investigar sobre este tema, los científicos han comparado al azúcar con la cocaína dado el grado de adición que produce. Hay mucha información sobre este tema así que dejo en vuestras manos el profundizar en este tema. Y por supuesto lo difícil que resulta encontrar alimentos sin azucares.

Primero debemos ser conscientes de lo que nos alimenta, que comemos realmente, lo que viciamos y lo que nos perjudica personalmente.

El cuerpo de cada uno de nosotros reacciona de forma diferente ante lo que comemos. La palabra dieta, esfuerzo y fracaso van de la mano.  ¿Que hace que una persona engorde y otras no, comiendo muy parecido en calorías o tipo de alimentos?  Los delgados no conocen dietas y los rellenitos las conocen todas. ¿Por qué? Se supone que la dieta soluciona el problema.

El esfuerzo de tener una alimentación sana, de hacer deporte, de ser selectivos en todos los temas de nuestra vida es algo que debemos hacer y sin esfuerzo, es natural hacer lo que nuestro cuerpo necesita. Deberíamos conectar con *hacer lo mejor es lo más sencillo*. Y en realidad no es así. Este es el punto donde todo se nos descontrola.

Lo que comemos ya no es una cuestión de salud y calidad de vida, es una cuestión de modas y estética. El aspecto físico es más importante que la salud y la alimentación.  Por lo tanto el objetivo ha cambiado.

Desde que me dedico a los fortalecimientos energéticos, la experiencia me lleva a una conclusión clara. En general lo que nos impide perder peso son razones ajenas a la dieta y son muy diferentes en cada persona. De ahí que lo que hacen otros no sea idóneo para nosotros.  ¿Que impide que perdamos peso? Baja autoestima. Miedos, estrés, no querer perder cosas en la vida, muchas emociones y sensaciones. Confusión, aburrimiento y muchos otros temas que nos bloquean e impiden que soltemos lo que no necesitamos. Acostumbrarnos al fracaso y asimilar que el éxito es solo para unos pocos y muchísimo más. En general es más eficiente desbloquearnos energéticamente para tener resultados. La vida se hace más sencilla y agradable y los objetivos son alcanzables.

Atlanta.